Cuando se cumple un año más en tu vida y te hacen un regalo tan deseado como es un blog personal, llegas a tener una satisfacción especial dado que, por fin, podré hacer realidad lo que tantas veces he querido, y que no es otra cosa que plasmar cuestiones que me interesan muy mucho personal o profesionalmente, para con ello compartir abiertamente ideas, relatos, sensaciones, o cuanto pueda advertir como interesante para mí y los demás. Nace, de esta forma, este blog, tan abierto como mi mente pueda estarlo.

          Debo este honor a la apreciable ayuda de mi compañera de vida, Isa, y la gran familia que me rodea, todos los cuales quieren ver el resultado de esta experiencia. Pero en particular, debo referirme a mi yerno Miguel Ángel Guzmán, verdadero artífice de la creación del blog y de su paciencia para enseñarme los pasos que debo seguir. Espero responder a las expectativas de aquéllos y mi maestro tecnológico. No me perdonaría desilusionar a unos y otro. Como tampoco que quienes se acerquen a este blog no encuentren algún motivo para satisfacer su curiosidad o encontrar datos e información que les pudiera interesar.

          Empiezo esta aventura el día dedicado a los santos inocentes, sin que este proyecto sea una broma sino una ilusión con vocación de permanencia en el tiempo.