12. MUNICIPIO DE MÉRIDA.
La ciudad de Augusta Emerita, fue fundada por orden del emperador Octavio Augusto en el año 25 a. C., para acoger a los soldados de las guerras cántabras, veteranos de las legiones V Alaudae y X Gemina. Concluida la ocupación romana de los territorios peninsulares, Mérida fue capital de la provincia de Lusitania, convirtiéndose en un gran centro militar, económico y cultural y en la novena ciudad más importante del Imperio.
Desde el principio fue una ciudad amurallada, en la que tenían especial interés los edificios de espectáculos públicos, (Teatro, Anfiteatro y Circo), además de los Foros, templos, termas, embalses y demás edificaciones que se fueron integrando en la ciudad, con los edificios de viviendas y las plazas públicas. Especialmente relevante fue el puente romano sobre el Guadiana, uno de los más largos del imperio, que se convirtió en un importante nudo de comunicaciones acorde con el rango de la ciudad.
Tras la decadencia del Imperio Romano Mérida vivirá otra época de esplendor con los visigodos, desde el año 456 hasta mediados del siglo VII. Con la llegada de los árabes comienza el declive de la ciudad, quedando prácticamente relegada al ostracismo hasta 1230 en que es conquistada por Alfonso IX y convertida en Priorato de la Orden de Santiago. Es a partir de los Reyes Católicos cuando iniciará su recuperación y presencia en los acontecimientos políticos y militares de los siglos siguientes, hasta alcanzar el empuje definitivo en el siglo XX. .
Actualmente Mérida se ha convertido de nuevo en el centro económico y político, administrativo y cultural que fue en otra época, ya que desde 1983 es la sede la Capital de la Comunidad Autónoma de Extremadura. Desde 1993 Mérida ha recobrado su grandeza ya que en diciembre de ese mismo año fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, siendo éste un reconocimiento de su proyección turística, uno de sus motores económicos
De la antigua colonia quedan vestigios de su bien trazado urbanismo: calles y calzadas, cloacas, diques, puentes, acueductos, presas, viviendas, necrópolis, foros con sus templos y colosales edificios para celebrar juegos escénicos o circenses. El Museo Nacional de Arte Romano nos acerca al devenir de aquella gran ciudad de la antigüedad.
Acueducto de Los Milagros. Es una de las construcciones que, en época romana, suministraban agua a la ciudad de Emérita Augusta (actual Mérida). La captación del agua se hacía del embalse de Proserpina, y de ahí nacía una conducción que serpenteaba a lo largo de casi 12 kms. El inicio, en las proximidades de la presa, mantenía una conducción en galería subterránea, excavada en roca viva. En la parte final de la conducción tuvo que salvar el río Albarregas, para lo cual se realizaron una serie de arquería a que constituyen la parte más monumental de la construcción que finalizaba en el altozano del Calvario, donde apareció la torre de distribución. El tramo de arquería se alarga 830 metros, con una altura de 25 metros en la parte más profunda del valle del río Albarregas. <<la estructura de dicho tramo es característica de Mérida, se compone de robustas, pero elegantes pilares. <los arcos de enlace son de ladrillo, excepción del que salva el río Albarregas, que tiene las dóvelas de granito muy buen trabajado. Conserva, más o menos deteriorados, un total de 73 pilares. El nombre procede del asombro general que suponía mantenerse conservados los pilares, considerándoselas por ella un milagro.
Cronología: se dataría aproximadamente en época Claudia o de los Flavios, es decir, siglo I d.C.
Teatro Romano. Es uno de los más importantes del Imperio Romano. Su construcción fue promovida por el cónsul Marco Vipanio Agripa y, según la fecha inscrita en el propio teatro, su inauguración se produjo hacia los años 16-15 a.C. El teatro ha sufrido varias remodelaciones, la más importante hacia el año 105, en época del emperador Trajano, cuando se levantó el actual frente escénico, y otra en época de Constantino I, entre los años 333 y 335.
Arco de Trajano. Es un arco romano hecho de granito, forrado de mármol en su origen (puede advertirse los agujeros de las grapas que lo sujetaban), cuya denominación es arbitraria, dado que Trajano fue de época posterior), y que posiblemente era la puerta de acceso al conjunto monumental del Foro <provincial construido en época del emperador Tiberio (14-34 d.C.). Mide 13,97 metros de alto, 5,70 de ancho y 8,67 correspondientes a la luz del arco. Su base enterrada es de dos metros.
Anfiteatro romano. Erigido en el 8 a.C. como atestiguan las inscripciones halladas en sus tribunas, sirvió de escenario para espectáculos muy populares: los juegos de gladiadores, las cacerías de fieras y la lucha entre animales salvajes en escenarios artificiales que recreaban bosques., selvas con lagunas o desiertos, todo ello sobre las grandes tarimas de madera que formaban la arena. La cabida aproximada de este coso gigantesco era entre quince y dieciséis mil espectadores.
Hornito de Santa Eulalia. Se conserva en el atrio de la Basílica de Santa Eulalia, y constituye el hito popular más destacado de la ciudad por su relación con el culto a la Mártir Eulalia. Según la tradición se levanta sobre el lugar en el que sufriera martirio la joven emeritense. En realidad, se trata de una capilla votiva erigida para que los peregrinos pudieran orar ante la santa a cualquier hora del día sin necesidad de acceder al interior del recinto basilical. Se destacan los restos reutilizados de un templo romano dedicado al dios Marte donde puede apreciarse la inscripción: MARTI SACRVM VETTILIA PACVLI (consagrado a Marte por Vettilia, esposa de Páculo).
Puente romano. Fue la primera obra erigida en la ciudad de Mérida, construyéndose de manera estratégica para proteger tanto la colonia como el territorio oriental de la península. El puente está construido con un núcleo de hormigón que se reviste con sillares de granito. Consta de 60 arcos y una longtd de 792 metros. Originalmente se dividía en dos partes, construyéndose en su centro un tajamar que actualmente ha desaparecido debido a las cridas del río; la ubicación del tajamar motivó la aperturura de aliviaderos entre los arcos y la forma redondeada de los pilares. A pesar de haber sufrido diversas restauraciones, aún se puede observar su primitiva construcción entre la entrada y el primer descendedero.
Templo de Diana. De los numerosos templos que debieron existir en Mérida, este es el único que se conserva. Se cree que fue construido en el siglo I a.C. y forma parte del foro municipal de la ciudad. A pesar de su nombre, el templo estaba dedicado al culto imperial. Se levanta sobre una base rectangular de tres metros de altura; en el frente se pueden observar dos filas de seis columnas y en los laterales once, de unos ocho metros de altura y coronadas por capiteles corintios.