Las cifras del absentismo laboral

       Recientemente he tenido la ocasión de asistir a la Junta General Ordinaria que celebraba Fremap, Mutua Colaboradora de la Seguridad Social española, que rendía cuentas de lo acaecido en el ejercicio de 2017, y cuan era mi sorpresa al conocer un dato ciertamente escalofriante. En el contexto general de una gestión que venía a deducir un cierre con un excedente de 125,3 millones de euros, con unos ingresos por cotizaciones sociales que se incrementaron respecto a 2016 en un 9,62%, superando los 3.000 millones de euros, quedó patente el déficit que deriva de la prestación por contingencias comunes (124,8 millones de euros para esta Mutua, y 462 millones de euros a nivel sectorial de todas las Mutuas), cuya causa deriva, según su Presidente, del “exceso de burocracia administrativa con la que se tramitan los procesos, y también al uso abusivo por parte de determinado número de trabajadores, que actúan con absoluta falta de solidaridad para con el reto de sus compañeros, cuestión de justicia social que sin duda ha de resolverse”.

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     Ahí es nada, las contingencias comunes, eso es, aquellas situaciones en las que un trabajador no puede llevar a cabo su trabajo, bien por una enfermedad común o por un accidente no laboral, se disparan de forma desorbitada para encajar un duro golpe al sistema de la seguridad social que, como es obvio, no está muy sobrado como para permitir que se mantenga esta situación.

         Así pues, la escalada del número de trabajadores en situación de baja por enfermedad común así como la prolongación de los períodos de incapacidad está teniendo, como he podido comprobar, un impacto directo en las finanzas de las mutuas de accidentes de trabajo. El recorte en los beneficios de estas ha provocado que la aportación anual que hacen a la hucha de la Seguridad Social financiada con los excedentes haya disminuido considerablemente (un dato: de 103 millones en 2015 a 2,3 millones en 2016).

            La situación me ha llevado a profundizar un poco más en este hecho, y mira por donde tengo acceso a información del reciente estudio de investigación realizado por economistas de la Universidad de Valladolid, publicado en la revista European Journal of Health Eonomics, que comprende un riguroso análisis llevado a cabo con datos de entre 2005 y 2013, y que concluye con los resultados que ahora quiero destacar para completar la información e ir viendo lo que es una constante y no una situación coyuntural más reciente:

De los 26 días de media que dura una baja por accidente laboral, alrededor de 11,5 días corresponden a “un comportamiento oportunista del trabajador” (sic).

        Esto significa que esos 11,5 días constituyen una prórroga innecesaria por lo que se califica como un “riesgo moral” que puede asumir el afectado para prolongar el período de restablecimiento.

        He de confesar que a veces me pierdo un poco diluyendo la información por el uso de términos muy propios de ciertas ramas del saber y, por ello mismo, debo seguir investigando para conocer lo que se pretende decir. Me imagino que al lector le va a ocurrir lo mismo si no domina el área de conocimiento de que se trate. absentismo4Pues bien, el riesgo moral es una calificación que se hace respecto de un comportamiento oportunista en donde una de las partes busca su propio beneficio a costa de que la otra no pueda observar o estar informada de su conducta. Algo que surge en los mercados con información asimétrica, de modo que una de las partes tiene información privada acerca de su conducta mientras que otros no pueden obtener esta información. Y ante esta asimetría, los individuos toman mayores riesgos, realizan menores esfuerzos o se aprovechan de determinadas circunstancias ya que saben que el costo de sus acciones recaerá sobre otras personas.  Una aplicación claro lo es en el caso de las compañías de seguro donde es frecuente encontrar situaciones de riesgo moral, y así una persona, si adquiere un seguro que cubre la totalidad de los daños o robo de su vehículo, es propensa a no tener ningún estímulo para ser precavido.

         En el seguro sanitario ocurre más de lo mismo. La persona asegurada tiene más información que su compañía respecto a su propio estado de salud, por lo que está en ventaja a la hora de negociar las condiciones. El período de recuperación queda así dividido en dos partes, el relativo a la recuperación de la lesión en sí, conocido o con posibilidad un tanto certera del tiempo que puede durar, y el del riesgo moral que puede asumir el afectado para prolongar el período de restablecimiento.

Trasladados los datos anteriores a costes económicos, se viene a deducir que cerca del 45% de los costes es atribuido a una prolongación más allá del límite ideal de la recuperación de las lesiones.

         En el período analizado, se destinaron un total de 6.920 millones de euros para retribuir estas ausencias del trabajo por motivos de salud. De ellos, alrededor de 3.000 millones, según el cálculo que hace el equipo de investigación, se podrían atribuir a comportamientos absentistas.

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           Relevante estudio si se tiene en cuenta, además, que el período analizado abarcaba o comprendía una parte de crecimiento económico y otra de explosión de la crisis. Supone, en consecuencia, que aunque el coste de las bajas se redujo en los peores años por aquello de que hubo una reducción en el número de empleados, la sorpresa surge cuando se constata que el absentismo por baja laboral también aumentó.

        Ya con datos obtenidos del INE relativas a los resultados del año 2017, viene igualmente a deducirse que el absentismo laboral causado por bajas por enfermedad y por otros motivos se ha disparado alrededor de un 50% desde los niveles mínimos registrados durante la crisis y ha alcanzado el pico más alto desde el 2009. Los expertos buscan explicaciones a todo ello y señalan que, además de aflorar problemas de salud, se ve que detrás de los datos hay un claro síntoma del mal clima laboral que se vive en muchos centros de trabajo.

         Según datos igualmente hecho públicos por el INE y la empresa consultora Ayming, la información que suministran los empresarios de las causas de ausencias de los trabajadores de sus puestos de trabajo obedecen a la siguientes circunstancias y porcentajes:

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        Estamos, pues, viviendo un momento de dificultad extrema en la financiación del sistema de la seguridad social, en este caso motivado por costes imputables al absentismo laboral, a lo que habría que añadir otras situaciones conocidas por ser igualmente de reciente actualidad. Momentos difíciles que precisan de soluciones rápidas.

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