En su día hice una entrada mostrando el entusiasmo que tenía por la bicicleta y, en especial, por la práctica del ciclismo de montaña o mountan bike (MTB), pues al ejercicio físico unía el placer de conocer y adentrarme en la naturaleza. Mostré ciertos aspectos que debían tenerse en cuenta para introducirse en esta afición, con los medios mínimos necesarios para favorecer la práctica de un deporte ya consolidado y que cada día aumenta en aficionados.
Como lo prometido es deuda, me voy a referir ahora a los beneficios que aporta montar en bicicleta, cosa que, como podéis advertir, no vienen al caso porque yo lo piense y diga sino por los resultados de estudios realizados al efecto y en los que me apoyo para ahora sacar estas conclusiones. Me interesa conocerlas y, por supuesto, difundirlo. Vayamos por parte.
■ Beneficios generales.
El ejercicio que realizamos montando en bicicleta permite tonificar los músculos y quemar calorías, por lo que una regularidad en su práctica ayuda a controlar el peso y moldear la figura. Queda probado científicamente que la continuidad de montar en bicicleta, pedaleando al menos media hora, entrena al máximo los cuádriceps y tonifican y endurecen los glúteos.
Además mejora las habilidades de coordinación y equilibrio. Así lo podremos ir apreciando conforme vayamos aumentando los días montados en bicicleta pues, si en unos primeros momentos encontramos algunas dificultades para estabilizar la posición y sortear obstáculos, la práctica ayuda a corregir estos aspectos que luego, en la vida cotidiana nos reportará especiales ventajas.
Aunque a algunos les guste la soledad, y buscan aislarse del mundanal ruido de ciudades y personas, es frecuente encontrar grupos de ciclistas que complementan las habilidades de cada uno y, con ello, mejoran el trabajo en equipo que luego se traduce en una mejor compenetración cuando cada uno se acopla a las actividades profesionales a que se dediquen.
Como el entorno para su práctica es la naturaleza, favorece el respeto por la misma y con ello ofrece la posibilidad de contemplar paisajes y entornos únicos mientras se hace deporte.
Segrega endorninas, también llamadas hormonas de la felicidad, que permiten oxigenar más el cerebro, previendo enfermedades psicológicas y depresiones. Por ello se dice que pedalear es uno de los mejores antidepresivos naturales que existen.
Mejora nuestro sistema inmunitario. Cada vez que se monta en bicicleta se está dando un impulso a la potencia del sistema inmunológico. Las células “comebacterias” del cuerpo, los fagocitos, se movilizan de forma inmediata gracias al pedaleo para aniquilar bacterias y células cancerígenas, por lo que puede comprenderse la recomendación que se hace a enfermos de SIDA o con cáncer.
■ Beneficios para la parte superior del cuerpo (pecho, espalda, hombros).
Montando en bicicleta estabilizamos el tronco, fortalecemos su musculatura, protegiendo la columna vertebral de desviaciones y golpes. Importa muy mucho adoptar una postura óptima en el sillín, con el torno ligeramente inclinado adelante.
Está probado que muchos de los dolores de espalda que se padecen son debidos a la inactividad, que hace que se reduzca la nutrición de los discos intervertebrales y de esta forma van perdiendo su capacidad de amortiguar los impactos. Si no hacemos ejercicio la musculatura de la espalda se va atrofiando, disminuyendo la función de “muelle” que tiene.
Los movimientos regulares de las piernas fortalecen la zona lumbar y previenen la aparición de hernias discales, al mantener la columna protegida de vibraciones y golpes.
Igualmente hay otros beneficios: se estimulan los músculos de las vértebras dorsales, al hacer que constantemente se compriman y extiendan con el pedaleo.
Quién no ha padecido alguna vez dolores o molestias de espalda cuando termina la jornada laboral sentados o haciendo movimientos incómodos. La práctica regular del ciclismo fortalece y estimula los pequeños músculos de las vértebras dorsales, al hacer que constantemente se compriman y extiendan con el pedaleo. Ello sería más complicado con cualquier otro deporte que precisaría una dedicación especial para conseguir los resultados.
■ Beneficios para la parte inferior del cuerpo (muslos, nalgas, pantorrillas).
También aquí deben destacarse los beneficios de montar en bicicleta y que le diferencian de otras actividades deportivas en los que las rodillas y piernas puedan sufrir mayores problemas físicos, como ocurre con los saltos o la carrera a pie. Con el ciclismo, las rodillas funcionan protegidas, pues del 70 al 80% del peso del cuerpo gravita sobre el sillín.
Nos encontramos por tanto ante la mejor alternativa que existe a la carrera, pues si bien se obtienen beneficios físicos muy similares, sin embargo en la bicicleta las articulaciones y los cartílagos no soportan cargas elevadas. Supone que, al movilizarse las articulaciones con poca presión, los nutrientes pueden llegar a ellas con facilidad, y las sustancias beneficios se difunden en ellos fácilmente.
Aconsejan los expertos que para conservar sanas las rodillas se eviten usar los desarrollos muy duros, intentando que la cadencia de pedaleo no baje de las 70 rpm en ningún momento.
■ Beneficios para el sistema cardiovascular.
Merece referirse a este aspecto considerado en especial. Cuando se pedalea aumenta el ritmo cardiaco máximo y la presión arterial disminuye. Se reduce el colesterol LDL (el “malo”), con lo que los vasos tendrán muchas menos posibilidades de calcificarse, y a la vez aumenta el HDL o colesterol “bueno”. Los vasos sanguíneos se conservan flexibles y saludables cuando se mueven cada día.
Los expertos hablan incluso de un importante porcentaje (50%) de reducción de riesgo de infarto con un pedaleo a un ritmo normal.
Queda por decir, finalmente, que para que sean una realidad estos beneficios se precisa que se haga un uso regular continuado de la bicicleta. La duración y la frecuencia de los trayectos es una cuestión que debe ajustarse a la condición física, la edad y los resultados que se deseen conseguir.
Ingo Froböse, doctor en Medicina Deportiva, y responsable del Centro de Salud de la Universidad Alemana del Deporte en Colonia, es coordinador principal del informe CyclingEtHealth, realizado para la empresa italiana Selle Royal (dedicada a la fabricación de sillines), donde muestra los múltiples beneficios de pedalear.
Señala este estudio que los beneficios de montar en bicicleta empiezan a apreciarse con los primeros diez minutos de pedaleo. Sin embargo, se dice que lo ideal es encontrar al menos tres huecos por semana para pedalear de 45 a 60 minutos, o montar a bicicleta tan a menudo como se pueda porque cuanto más tiempo se dedique más ventajas se van acumulando.
En el cuadro siguiente, se muestran los resultados que deduce el informe:
Duración del ejercicio |
Efecto conseguido |
10 minutos |
Musculatura, riego sanguíneo y mejora articular |
20 minutos |
Refuerzo del sistema inmunitario |
30 minutos |
Mejoras a nivel cardiovascular |
40 minutos |
Aumento de la capacidad respiratoria |
50 minutos |
Aceleración del metabolismo graso |
60 minutos |
Control de peso, antiestrés y bienestar general |
Así pues, ánimo y a subirse en la bicicleta. Finalmente insisto en que montar en bicicleta no tiene edad. Los beneficios son para todos, lo cual no quiere decir que afrontemos la aventura sin ningún tipo de control. Lo dije en su momento y ahora lo repito, es aconsejable someterse a un reconocimiento físico (previo y periódico) a fin de constatar la capacitación para la actividad. Una ayuda imprescindible para conocernos mejor y marcarnos esos retos que a veces no coinciden con los que la mente nos quiere imponer.
A practicar bici….
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