Sin entrar en disquisiciones a las que podría acudir cualquiera que estuviera interesado en investigar aspectos diversos que atañen a la capital extremeña de Badajoz (España), el visitante que se introduce en las entrañas de las calles badajocenses reparará, a simple vista, las variedades que presenta el que se considera escudo de la ciudad. Observando siempre la presencia del león, sin embargo hay diferencias que pueden llevar a la confusión.
Si visitamos la hermosa Puerta de Palmas, ese símbolo emblemático de la ciudad que fuera erigida a principios del siglo XVI, y se da un repaso a sus elementos arquitectónicos, encontrará dos escudos en las ménsulas existentes sobre los extremos del cordón que envuelve el pórtico central del exterior. En ambos aparece el león en la posición normal, no rampante, con las cuatro patas asentadas en la base. Ningún vestigio existe de otros elementos complementarios.
En el Museo Arqueológico Provincial encontramos igualmente un escudo que era originario del puente de Palmas, donde se colocó para conmemorar su restauración en 1596. Mirando hacia su izquierda, las nuevas particularidades que presenta es que el león es rampante, con la columna que lleva como envolvente la leyenda “Plus Ultra”, leída de abajo a arriba.
En el centro de la ciudad, en la edificación que dispone la Diputación Provincial, podemos ver dos variantes diferenciadas a su vez entre sí. En la parte superior de la entrada principal situada en la calle Felipe Checa, obra desde 1892 el escudo que aporta el mismo elemento, un león rampante con una columna, que mira hacia su izquierda. Luego, en la entrada que se tiene por la calle del Obispo, en su parte superior aparece un nuevo escudo, de 1912, ahora con dos leones apoyados en columnas que están mirándose entre sí.
En la misma calle de Felipe Checa, en el edificio que fuera de las Antiguas Carnicerías Reales, el escudo de la ciudad que preside su pórtico muestra el león apoyado en columna con la leyenda “Plus Ultra”, mirando hacia su izquierda.
En la plaza de España, centro neurálgico de la ciudad, el edificio que alberga al Palacio Municipal tiene de forma visible cuatro escudos en la fachada realizada en 1856, dos de ellos comprensivos de una cornoscopia alusiva a la riqueza de la ciudad y la fertilidad de sus tierras, y otros dos, con el león y la columna, mirando en este caso hacia su derecha.
Adentrándonos en el casco antiguo, el Arco del Peso situado en el entorno de la Plaza Alta presenta ya lo que durante tiempo estuvo oculto, dos flamantes escudos de la ciudad de Badajoz con ese león apoyado en la columna y mirándose entre sí a los lados del arco.
Entrando en la Galera de la Torre de Atalaya o de Espantaperros, se ubica un blasón compuesto de un león coronado, no rampante, y que mira hacia su derecha, junto con dos columnas que, en este caso, no se encuentran en el interior para servir de apoyo al león, sino flanqueando exteriormente el escudo y basadas sobre ménsulas. Las columnas ostentan también orla envolvente con la leyenda “Plus Ultra”.
Otro elemento lo encontramos ya más alejado del centro de la ciudad, en la edificación pública que tiene la Junta de Extremadura en la Avenida de Huelva, donde aparece el león rampante con una columna y mirando hacia su izquierda.
Para aclarar la cuestión he acudido a diversas fuentes que así lo permitan y, en especial, a las aportaciones que hace el Cronista Oficial de Badajoz, Alberto González Rodríguez, en su encomiable obra “Historia de Badajoz”, de lectura obligada para los que deseen adentrarse en las entrañas históricas de Badajoz, y que nos permite brindar la secuencia de lo acontecido.
Por lo pronto, el punto de inflexión de lo que supone incorporar un león al escudo de la ciudad lo es la conmemoración de la conquista de Badajoz por los cristianos en el año 1230, en particular por su conquistador, Alfonso IX, titular del reino de León. Pero antes, según se constata por el propio recuerdo que hace la fachada del Palacio Municipal de la ciudad, parece ser que el elemento que presidía el escudo lo era el cuerno de la abundancia lleno de productos del país, en acción de derramarse, vigente en la etapa goda y visigoda.
Desde la conquista cristiana de la ciudad, y tras unas primeras manifestaciones del león coronado y no rampante (como el existente en la Puerta de Palmas), se produce un proceso de evolución que lleva al león rampante e incorporando después las columnas del escudo de Carlos V (con la manifestación que tenemos de la pieza que hoy está ubicada en la Galera), para posteriormente introducir una columna en el interior para servir de apoyo al león e incorporar la leyenda “Pl.us Ultra” (“más allá”) (así el escudo tallado en mármol que procedente del puente de Palmas se encuentra desde el año 1871 en el Museo Arqueológico Provincial, y el propio que aparece en las antiguas Carnicerías Reales). En los siglos XVIII y XIX impera la confusión en las fuentes existentes, aludiendo al escudo con uno o dos leones, y a la posición visual que realiza cuando se trate de uno solo.
Bien parece que esta confusión encuentra su origen en la creación de la Diputación Provincial de Badajoz, que tomó como propio el mismo escudo que la ciudad en su modalidad de un solo león rampante apoyado en columna orlada con la leyenda “Plus Ultra”, circunstancia que hizo que el Ayuntamiento adoptara el integrado por dos leones del que ya existían algunos precedentes en la historia anterior, como así dejara escrito en 1727 el clérigo Diego Suárez de Figueroa en la «Historia de la Ciudad de Badajoz«.
Pero a finales del siglo XIX tanto la Diputación Provincial como el Municipio utilizaron el mismo escudo con un solo león, si bien mostraron una diferencia a resaltar y que nos permite aclarar otro aspecto importante. El león del escudo de la ciudad miraba hacia su derecha, y el de la provincia hacia su izquierda. Clara muestra son las representaciones que se hace en la puerta principal de la Diputación Provincial y en el Palacio Municipal, expresivas de la distinción referida.
Rubricando la legitimidad de esta última expresión del escudo de la ciudad lo es el informe solicitado por el Ayuntamiento en 1966 a la Real Academia de la Historia, que certifica el escudo de Badajoz como:
“De azur terrazado de sinople: una columna de plata con cinta de gules fileteada de oro y la inscripción “Plus Ultra”, con león rampante de gules, asimismo fileteado de oro”.